Los beneficios de la factura electrónica versus la facturación física tradicional son tangibles y medibles, de hecho, para revisar dichas ventajas, vamos a dividir el proceso de facturación electrónica en emisión y recepción.
Ahorro con la emisión de facturas electrónicas
Frente a la emisión de facturas electrónicas podemos decir que procesos como la impresión, el alistamiento del documento, los servicios de radicación de las facturas mediante servicios de mensajería, y el posterior almacenamiento, pueden llevar el costo de cada documento a una cifra que fluctúa entre los 5 a 8 mil pesos por factura.
Por otro lado, los servicios de factura electrónica pueden variar en promedio entre 300 a 500 mil pesos aproximadamente, lo que significa que estaríamos hablando de un ahorro aproximado del 90% frente al proceso tradicional.
Esto en cuanto a los costos directos, pero no olvidemos que la facturación electrónica facilita los procesos de radicación de facturas y el posterior recaudo, lo que puede en varios casos ser mucho más relevantes que los ahorros en los costos directos de la generación y emisión de facturas.
Ahorro con la recepción de facturas electrónicas
Frente a la recepción de facturas electrónicas, el ahorro dependerá de cada organización. Decimos esto, porque los beneficios están más correlacionados con los procesos administrativos involucrados en la recepción de facturas, y los posteriores procesos de radicación y pago, muchos de los cuales se pueden automatizar reduciendo en buena medida la intervención humana, los errores, reprocesos y los tiempos del ciclo.